jueves, 21 de julio de 2011

Esperando que cumpliera con cada una de ellas

 Cuenta la historia que Mahoma se encontraba en una ocasión jugando por el suelo con sus nietos, cuando fue molestado por un grupo de fieles que llegaba a su casa. Disgustado, el Profeta habilitó un espacio cerrado para uso exclusivo de él y su familia. A partir de ese momento, sus esposas o
concubinas vivían recluidas en el "haram" esperando a que Mahoma cumpliera con cada una de ellas por turnos.
Este es el origen de lo que después ha sido toda una institución hasta tiempos recientes en Oriente.
El propio rey marroquí Muhammad VI, clausuró el harén que heredó de su padre Hassan II y autorizó a las concubinas allí aisladas, para volver a sus casas o independizarse.

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